sábado, 19 de noviembre de 2022

¿Será narcisista...?

 

Había llegado el día…estaba muy emocionado de conocerla y compartir con ella, y después de algunos meses de agradables conversaciones por chat, parecía un deseo cumplido, quizás también un privilegio.

Nos tomamos un café ese día, hablamos muchas cosas y después, por insistencia de ella, cosa que me pareció extraña, nos tomamos varias fotos. Todavía más sospechoso me pareció el hecho de que debía subir una de esas fotos a mis redes sociales. En ese momento accedí sin ningún problema, sin saber la verdadera intención detrás de eso. Pasó el día y digamos que “todo salió bien”.

Recuerdo que en conversaciones antes de conocernos me preguntaba si tenia novia y si ella no se pondría celosa si un día nos vemos para conocernos, a lo que siempre le respondía que no tenia novia en ese momento. Ahí meses mas tarde me di cuenta de que quizás la intención de las fotos y subirlas a las redes era causar problemas y “celos” con la supuesta novia que yo pudiera tener.

Nos vimos varias veces más; a pesar de que su actitud me parecía extraña desde el primer día, estaba algo ciego y muy encantado por ella. Me parecía tan hermosa, así como cuando veía sus fotos sin haberla conocido personalmente.

Todo parecía a mi favor. Ya a varios días de conocerla la había besado y sentía mucha confianza en mi por lo que había “logrado”. Ya más adelante vendría el conocer su verdadero yo, la parte más oscura de su ser. Obviamente, todos tenemos luces y sombras.

Transcurridos varios meses después de conocerla personalmente, recuerdo como hablaba de su trabajo. Me decía que tenia un buen puesto, que era la mejor en lo que hacia y que era algo así como insustituible en su rol, partiendo también de que era la segunda más alta después de su jefe. No pensé nada malo sobre eso en principio; me parecía que era alguien muy dedicada al trabajo y se había ganado el estar en su posición.

Lo que empezó a parecerme más extraño aun era como hablaba y se jactaba de lo atractiva y codiciada que era para muchos hombres. Empecé a notar esa necesidad excesiva de admiración constante y aprobación de los demás. Era para ella un orgullo decir y hablar de todos los mensajes privados y comentarios que recibía cada vez que subía alguna foto a Instagram u otra red social, por ejemplo.

Seguían transcurriendo los meses, yo seguía tratándola, me seguía gustando mucho y yo a ella. Empecé a notar señales de peligro con sus celos en exceso y egoísmo. Hasta cualquier interacción en redes sociales con alguien de mi sexo opuesto era un motivo para causarle disgusto y que me reprochara por eso. Me dejaba entredicho que yo no podía hablar con nadie más, pero ella sí.  Al gustarme tanto, dejaba pasar esas cosas. Sí, lo sé, fui estúpido.

Recuerdo como en varias ocasiones de alguna discusión ella siempre “tenía la razón”. Era imposible que aceptara si se equivocaba con algo y en su táctica de manipulación, pretendía hacer que nada era su culpa sino mía o de alguien más. Hacer sentir culpable al otro y hasta pretender victimizarse.

Su forma de manipular al parecer no tenía límite. acompañado de querer dominar algo así como “las cosas se deben hacer a mi manera, cuando yo quiera, y si no es así entonces me molesto mucho y tú tienes la culpa.” Lo que parecía un sueño cumplido al principio por el hecho de pensar que ella era mía, se volvía más y más una pesadilla; una decepción profunda.

Su falta de empatía era algo que en cierta forma me frustraba. Jamás vi que le interesara como me sentía ni como muchas de sus palabras eran de alguien sin la más mínima consideración y valoración.

Llegué a la conclusión de que ella debía tener algún problema de personalidad. Era difícil para mí imaginar como alguien que a mi parecer era tan bella y me gustaba tanto podría estar tan dañada por el exceso de vanidad, la incapacidad de reconocer sus propios errores, el complejo de superioridad, la manipulación, el egoísmo, los celos malsanos, la carencia de empatía, y la necesidad de admiración excesiva. Todo esto combinado eran los ingredientes de una personalidad destructiva y vacía que soporté por mas de un año. Jamás había tratado a alguien así del sexo opuesto.

Pasado un tiempo ya sin tratarla ni hablarle, y resignado a saber que probablemente nunca cambiará, me topé con un artículo (en inglés) que alguien había compartido en Facebook acerca de la personalidad narcisista. Me pareció interesante y al darle clic y leerlo, me sorprendió como el contenido del artículo encajaba en casi todo lo que conocí de ella. La respuesta que andaba buscando del porqué de su forma de ser al parecer había llegado. Aunque no soy psicólogo ni tengo un diagnóstico sobre su personalidad, a veces me sigo preguntando si… ¿Será narcisista?

 

https://www.psychologytoday.com/us/basics/narcissism?fbclid=IwAR25DDayDgNmef9nLB3f-AG6H_v6W38l9eF-YW3CEz7WakR8P_p36mfmJeY

miércoles, 15 de agosto de 2018

Solo una noche.

152 Spring Street...

La dirección que me había enviado por texto mi compañero de grupo (musical) aquel día, por allá por el 2010. Con tan poco tiempo residiendo en NY (unos meses), me agradaba la idea de tocar y conocer nuevos lugares en la ciudad. Recuerdo perfectamente el nombre: “Boom”. Ubicado en Soho, un lugar muy exclusivo y caro en el bajo Manhattan.

Confieso que al llegar al lugar quedé totalmente encantado con el ambiente: un lugar acogedor, buena comida, gente muy sociable, sonriente y por supuesto, hermosas mujeres. Era algo asi como cuando piensas “qué entretenida e interesante es la ciudad de NY”.

Mientras nos preparábamos para tocar y armábamos los equipos, por momentos me distraía un poco observando como la gente interactuaba entre sí y como algunas personas esperaban por nosotros para tocar. Era de esos lugares donde todas las noches había música en vivo y si querías un buen asiento tenías que llegar temprano.

Mientras transcurría la noche y tocábamos, era emocionante ver  como el público aplaudía y en cierta forma, era algo tambien muy  motivador. Ya al terminar de tocar y luego comer y tomar un par de tragos, me cautivó la forma en que una joven, estadounidense, piel clara y ojos café se acercó a mi de forma muy coqueta y con cierto lenguaje corporal indicando cierta seducción. Aunque mis habilidades en el inglés en aquel momento eran muy limitadas, pude sostener una conversación sencilla con ella, de manera que hasta me dió su número de celular. En ese momento pensé “aqui viene tu primer ligue en NY”, y las cosas empezaron a tornarse mas interesantes cuando mas adelante la besé en las afueras del lugar en medio de risas y los tragos haciendo efecto en ambos. Era una noche perfecta, pensé, y aunque ya se hacía muy tarde y cada cual debía irse a casa, ya tenía su número y pues obviamente yo anhelaba otra oportunidad de verla de nuevo e intercambiar fluidos y otras cosas.

Llegó el momento de irme a casa, y luego de despedirme de mis compañeros de grupo, me despedí de ella con otro beso y luego prometí que la llamaría al dia siguiente. Así entonces lo hice, la llamé con la esperanza de cuadrar alguna salida y vernos de nuevo. Era ella...me emocioné al escuchar su voz contestar el celular; mi inglés deficiente al menos me permitía decirle quien era y que me gustaría volverla a ver pronto, pero, oh sorpresa, no todo era como parecía. Solo recuerdo como si fuera ayer cuando me dijo “Lo siento, pero es que soy casada y no podemos vernos mas; además, no vivo en NY, vivo en Maine”. Quise insistir en seguir hablando y tratar de convencerla, pero todo fue en vano.

Al final, solo quedó el silencio después que ella colgó y no volvió a contestar una segunda llamada. En aquel momento, pensativo y algo confundido, concluí que hay momentos que solo son por una noche y nada más.

miércoles, 18 de julio de 2018

El Sufrimiento.


"El nacimiento es sufrimiento, la vejez es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la muerte es sufrimiento, convivir con lo indeseable es sufrimiento, separarse de lo deseable es sufrimiento, no obtener lo que se desea es sufrimiento. Todo conlleva sufrimiento, la existencia y sus partes son sufrimiento."

La cita anterior corresponde a la primera de las cuatro nobles verdades de Siddharta Gautama, el Buda, uno de los pensadores mas influyentes de la cultura oriental de quien luego surgió el Budismo como doctrina filosófica y espiritual con millones de seguidores en la actualidad.
Escuchar o leer la palabra "sufrimiento" pudiera a veces producirnos una sensación de miedo, incertidumbre o inquietud. Lo cierto es que el ser humano a lo largo de su existencia va a experimentar el sufrimiento de una forma inevitable. Incluso, aunque pareciera que Buda tiene un pensamiento totalmente pesimista cuando sostiene que "todo conlleva sufrimiento" y que "la existencia y sus partes son sufrimiento", todos tratamos de alguna manera de vivir tratando de evitar el dolor a toda costa y experimentar el placer (cualquier cosa que nos haga sentir bien) lo mas que podamos.

El sufrimiento nos hace humanos, nos hace sentir que esta vida, muchas veces efímera, es solo un episodio del cual a pesar de todo lo negativo, somos privilegiados de contemplar y experimentar. No es parte del propósito de vida de cada ser humano experimentar el sufrimiento o sentir dolor por algo o alguien. En el fondo a veces temenos la esperanza de que algun dia desaparecerá todo tipo de sufrimiento humano. Mucha gente anhela algun lugar o espacio despues de la muerte, una vida eterna sin dolor ni calamidad, una esperanza de poder ver a alguien que ya murió y que antes de morir ya había sufrido mucho.

Aun siendo el sufrimiento algo doloroso e inevitable, la vida sigue, y pasa…

sábado, 30 de junio de 2018

“No”

Realmente estaba emocionado, muy emocionado. Probablemente por ser la primera vez que fui a una celebración de una fiesta de 15 años, que se efectuó un 6 de julio de 2002, y por quien se celebró, precisamente la chica que tanto me gustaba en aquel momento. 

Todo empezó muy bien, el lugar era muy espacioso e incluso fuera de él, había todavía mas espacio para hasta caminar un poco. La fiesta empezaba, los invitados se notaban muy felices mientras pasaba cada baile entre las damas y los chambelanes, entre la quinceañera y su padre, y luego con su chambelan principal (el cual hubiese querido se yo, pero por alguna razón y mis pocas o ninguna habilidad para bailar, no fui escogido). En fin, todo transcurrió a la perfección, mientras me era inevitable no querer contemplar y quedarme encantado como un niño al cual le obsequian un juguete muy deseado, viendo a la joven quinceañera que tanto me gustaba sentada como una reina luego del cambio de zapatillas. 

Creo que a pesar de que todo iba a la perfección y todos los presentes disfrutaban bailando, tomando y comiendo, en mi terquedad e insistencia de quererme aacercar a la quinceañera para decirle que me gustaba y esperar alguna respuesta (grave error, momento inoportuno), ella trataba de alguna manera sutil, evitarme y tomarse fotos con la gente o hasta seguir bailando. 


Creo que aquella noche cometí la mas grande estupidez que pueda recordar, talvez cosas normales en la adolescencia, y lo último que hice para tratar de acercarme a ella y decirle que me gustaba fue mediante uno de los chambelanes para que saliera a un sitio fuera del salon y “aprovechar” la oportunidad. 

Cuando por fin tuve aquella “oportunidad” de expresarme, ella no fue sola. Al parecer condicionó a mi amigo y a otros chambelanes para que fueran con ella y que yo le dijera lo que tenia que decirle “urgentemente” en frente de él. 

Cuando pienso en ese momento, agradezco a la tecnología el hecho de que todavía no existian celulares con cámara o las redes sociales que mas usamos actualmente. Lo mas probable es que como algunos ya sabían o sospechaban lo que iba a decir, hubiesen grabado aquel episodio y yo hubiese quedado como el “hazme reir” por un buen tiempo. Aunque cada vez que lo recuerdo, hasta risa me causa. 



Habia llegado la “hora de la verdad” y cuando por fin pude decirle que me gustaba y que si queria ser mi novia frente a varios chambelanes, confieso que nunca habia escuchado un “No” tan rotundo. Pienso yo, estoy casi seguro, que esa respuesta ya venía predispuesta de parte de ella. Ese momento frente a otros, algo traumático en los dias siguientes, me enseñó que no era buena idea declarársele a alguien en una fiesta de 15 años, y mas cuando la terquedad, la insistencia y el rechazo constante no te dejan ver la dura realidad. Una realidad que no puedes cambiar, que solo te queda aceptar y seguir viviendo como que no ha pasado nada.  

martes, 28 de junio de 2016

Las generaciones y la juventud

Con frecuencia escucho que personas de generaciones pasadas, principalmente de la tercera edad hablan de esta generación de jóvenes catalogándola como "perdida", sin valores y hasta mucho peor todas las generaciones anteriores. A continuación voy a mostrar un artículo que vi en un diario en formato digital que luce muy interesante: 

El Médico de Familia inglés, Ronald Gibson, comenzó una conferencia sobre conflicto generacional, citando cuatro frases: 

1) "Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos. Ellos no se ponen de pie cuando una persona anciana entra. Responden a sus padres y son simplemente malos." 

2) "Ya no tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro país, si la juventud de hoy toma mañana el poder, porque esa juventud es insoportable, desenfrenada, simplemente horrible." 

3) "Nuestro mundo llegó a su punto crítico. Los hijos ya no escuchan a sus padres. El fin del mundo no puede estar muy lejos."

4) "Esta juventud esta malograda hasta el fondo del corazón. Los jóvenes son malhechores y ociosos. Ellos jamás serán como la juventud de antes. La juventud de hoy no será capaz de mantener nuestra cultura." 

Después de enunciar las cuatro citas, el Doctor Gibson, observaba como gran parte de la concurrencia aprobaba cada una de las frases. Aguardó unos instantes a que se acallaran los murmullos de la gente comentando lo expresado y entonces reveló el origen de las frases, diciendo: 

La primera frase es de Sócrates (470 - 399 A .C.). La segunda es de Hesíodo (720 A .C.). La tercera es de un sacerdote (2.000 A .C.). La cuarta estaba escrita en un vaso de arcilla descubierto en las ruinas de Babilonia (actual Bagdad) y con más de 4.000 años de existencia. 

Y ante la perplejidad de los asistentes, concluyó diciéndoles: Señoras Madres y Señores Padres de familia: RELÁJENSE, QUE LA COSA SIEMPRE HA SIDO ASÍ...




Fuente: http://www.diariolibre.com/opinion/am-juventud-EBDL181252

miércoles, 15 de junio de 2016

Confiar o no...

Con el paso de los años, a medida que vamos creciendo y madurando, pareciera que es mas difícil confiar en personas que llegan a nuestras vidas, y en algunos casos, hasta en algunos parientes o familiares departe de nuestros padres. Independientemente de todas las decepciones y desilusiones que nos causen algunas personas en las cuales una vez confiamos, eso no debe ser un impedimento para confiar en otras personas.

Es totalmente falso eso de que hay gente que no confía en nadie, pues es imposible vivir bien y a plenitud sin confiar en nadie. De hecho, la confianza es una necesidad humana y hasta instintiva. y ser dignos de confiar es una de las grandes virtudes que puede tener el ser humano. Incluso, aquel que diga que "no confía en nadie", entonces no merece ser digno de confiar, puesto que la confianza también es un valor recíproco entre dos o mas personas.

Es cierto que el tiempo nos revela el verdadero rostro de esas personas en quien confiamos; es cierto que la confianza también es una cuestión de tiempo en la mayoría de los casos y es inevitable que dentro de las personas en quien confiamos a lo largo de nuestras vidas hayan algunas que pierdan nuestra confianza, incluso, nosotros también podemos fallar y perder la confianza que nos tuvieron alguna vez.

No podemos cerrar la puerta de la confianza aunque por ella pasen pocas personas; no podemos pretender vivir en un mundo donde no tengamos personas que representen una luz dentro de tanta oscuridad e hipocresía, donde la confianza parece ser algo escaso y un privilegio que pocos se ganan. Los años y la madurez te harán mas selectivo/a al momento de confiar, pero de ese mismo modo, debes tratar de ser alguien en quien se pueda confiar.


jueves, 9 de junio de 2016

No es suficiente...

No es suficiente ser ese hombre educado, inteligente, medido y respetuoso que trata a quien pretende conquistar como una princesa, como la flor mas preciada de tu jardín. No es suficiente que tengas la aceptación de sus familiares y amigos porque te ven como alguien ejemplar y con un futuro prometedor. No es suficiente cada llamada, cada mensaje de texto y cada minuto de tu tiempo que dedicas para saber cómo se siente y qué hace. No es suficiente cada favor, sacrificio o regalo que le obsequias el día de cumpleaños. No es suficiente que siempre estés disponible para ella y que no haya horarios ni pretextos para no prestarle atención. No es suficiente una buena conversación que dure horas que parece que no tendrá final. No es suficiente que trates de ser quien siempre la escuche cuando necesita con quien hablar y tú le expreses unas palabras de aliento. No es suficiente... porque falta eso que haga que ella te vea como algo mas que un buen amigo, ese morbo que no provocas, esa curiosidad que no despiertas, ese escalofrío que no le causa tu abrazo y esas sensaciones que enciendan la llama que otro si podrá...